A través de “Los Portales del Sol” Pilar Franco nos presenta una experiencia sensorial que provoca en el espectador la confluencia de varias fuentes de estímulos, captados por los diferentes sentidos.
La pintora aporta una nueva dimensión a lo que sería la exposición entendida de un modo tradicional, estos cuadros llamados “Portales” trasladan al observador a diferentes estadios internos.
Como si viajáramos al espacio exterior, vemos el cosmos a través de la ventana circular de una nave espacial.
De repente nos sentimos inmersos en un universo con un lenguaje de colores, formas y expresiones lumínicas.
Estos “accesos” al gran astro solar trasladan al visitante a nuevos horizontes, a través de una experiencia visual, aromática y sonora. Es entonces el espectador el punto de unión de toda la colección.
Ahora hablamos de la experiencia, del contacto con la materia a partir de la pureza de un dedo extendiendo una capa de pintura sobre una superficie. De ahí arranca el milagro y ahí es donde nos sitúa Pilar Franco como mejor estadio para entender esa conexión panteísta con el entorno y funcionar como una especie de terapia frente a un mundo abigarrado…